
Una intensa polémica desatada en el país a raíz de la aprobación del proyecto de Ley General de Desarrollo de la Biotecnología Moderna (Nº 12033/2004-CR) en el Congreso de la República del Perú, en julio del 2006, ley por la cual se dejaba libre el camino a la invasión de organismos genéticamente modificados o transgénicos en la agricultura y, por tanto, en la alimentación del pueblo peruano. La RAAA (RAP-Perú), junto con múltiples organizaciones de la sociedad civil, académicos, científicos, médicos y especialistas en transgénicos, pidieron, en ese entonces, que esta ley sea vetada por el Ejecutivo.
“Esta Ley no sólo promueve, sino desarrolla, patenta, utiliza y comercializa organismos vivos modificados, lo que pone en elevado riesgo la estabilidad de nuestra riqueza natural genética, que además quedará expuesta a un saqueo permanente al amparo de una norma legal”, señalaba CONVEAGRO. Y advertía que, de aplicarse los alcances de esta controvertida ley, había riesgo de desatar contaminación genética de cultivos nativos como la papa y el maíz, entre otros productos que hacen del Perú uno de los ocho centros de origen y biodiversidad genética que hay en el mundo.
Precedidas de algunas leyes como Ley de Prevención de Riesgos Derivados del Uso de la Biotecnología (1999) y su reglamento, el Decreto Supremo 108-2002-PCM (2002). Dieron lugar a distintos puntos de vista ; algunos refieren que éstas leyes dejan posiciones muy cuestionables (no consensuadas a nivel de país) en foros internacionales, y los esfuerzos de pequeños grupos de interés por abrir las puertas a los transgénicos en la agricultura se han traducido en propuestas normativas al Congreso siempre enfocadas en aspectos comerciales y no en las verdaderas opciones que la biotecnología ofrece a países biodiversos como el Perú. El reciente Decreto Supremo 003-2011-MINAG, Reglamento Interno Sectorial sobre Seguridad de la Biotecnología del INIA, es el más reciente esfuerzo por destrabar las restricciones y limitaciones legales al ingreso y uso de transgénicos en el país.
Luego de la aprobación por el pleno del Congreso de la República la moratoria a los cultivos transgénicos, el activista ecológico peruano del movimiento Patria Verde Rodolfo Rojas Villanueva celebró dicho dictamen. Además, Patria Verde propuso que se potenciaría los cultivos orgánicos. Con ello, para 2021 el Perú se convertiría en el primer país exportador de productos orgánicos en el mundo. Debido que muchos países cultivan productos transgénicos y hay desconfianza en su consumo y la demanda de los alimentos orgánicos está en aumento en el mercado mundial, concluyó.
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